viernes, 27 de diciembre de 2013

Los juicios



No me detienen esos juicios ante el espejo, ese espejo está en la reacción de los que te rodean, ellos deciden quién y cómo eres, yo sólo le echo ganas, porque al final del día la gente cree saber exactamente lo que eres, lo que quieres y lo que deberías hacer, y siempre va a ser así. Somos representaciones de la existencia y no la existencia; y vamos por la vida intentando ser una buena representación de nosotros mismos, queriendo ser, por lo tanto, otro. En este proceso ocultamos lo que nos duele, lo que nos lastima, lo que nos avergüenza porque en esa representación no hay cabida para defectos… y sin darnos cuenta nos alejamos unos de otros, subestimando por medio de etiquetas la vida. No es cuestión de tolerancia, me caga esa palabra, es cuestión de humanidad, todas las personas se esfuerzan en la lucha constante para llevar una vida normal a pesar de las adversidades y discriminaciones, falsas piedades y la más absoluta incomprensión, la reflexión de la deshumanizada sociedad que estamos viviendo y alimentando.

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